La pared de poniente, es la que más ha sufrido la acción de los vientos dominantes de la zona, con el paso del tiempo la lluvia había retirado el barro entre las piedras, si no se remediaba se podría desmoronar. Mi padre hizo una buena labor y le hechamos cemento entre las piedras para sanearla.
Queda pendiente la decisión de realizar una ventana en esta pared y admirar el maravilloso valle del rio Talegones.
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